LUCHAR, PROPONER Y TRANSFORMAR: Así avanza el movimiento estudiantil de la Unillanos

Por. Felipe González Lasso

Estudiante de Economía. Integrante del Consejo Estudiantil Universitario de la Unillanos.

Desde el Consejo Estudiantil Universitario (CEU) continuamos firmes en nuestra lucha por garantizar el acceso, la permanencia y la graduación de los estudiantes provenientes de la clase trabajadora. En ese sentido, actualmente nos encontramos en mesa de negociación con la administración de la Universidad de los Llanos, proponiendo soluciones a las problemáticas que aquejan al estudiantado. Nuestro objetivo es profundizar la democracia universitaria, fortalecer la academia desde una perspectiva crítica y autocrítica, y construir junto a los demás estamentos y sectores sociales, un proyecto de sociedad más justa a través de la organización, la lucha y la reivindicación de derechos.

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A continuación, compartimos los avances más relevantes:

1. Apoyos económicos para movilidad internacional – OIRI. Buscamos establecer tarifas diferenciadas en los apoyos económicos para estudiantes que participen en actividades internacionales (intercambios, ponencias, presentación de posters, entre otras figuras académicas). Esto debido a que, los montos definidos en salarios mínimos legales vigentes (SMMLV) no representan el mismo poder adquisitivo en todos los países. Actualmente, el proyecto de Resolución Superior está en trámite ante el Consejo Superior Universitario (CSU). No obstante, la propuesta consensuada con el CEU fue modificada por el Consejo Académico, por lo que estamos trabajando para que se recupere la propuesta original en el CSU.

2. Apoyos económicos para prácticas extramuros. Como resultado del paro y la huelga de hambre a finales de 2023, se logró el apoyo económico para prácticas con duración de 3 a 10 días, equivalente al 5% de un SMMLV por día. Hoy proponemos que las prácticas de dos días también reciban apoyo económico, distribuidos así: Primer día: 5% de un SMMLV. Segundo día: 2,5% de un SMMLV (al no requerir hospedaje). Esta propuesta fue consensuada con la administración y está lista para ser debatida por el CSU. A precios actuales, el apoyo para una práctica de dos días equivale aproximadamente a $107.000.

3. Nuevo reglamento estudiantil. Se ha culminado la mesa de negociación para la construcción de un reglamento estudiantil que reconozca las distintas realidades de los estudiantes de la Universidad de los Llanos, permitiéndoles conciliar su vida académica con sus condiciones laborales, familiares y psicológicas. El proyecto se encuentra ahora en manos de la Vicerrectoría Académica, que lidera la redacción del Acuerdo Superior que recogerá los consensos alcanzados.

4. Requisitos para representantes estudiantiles. A través de nuestra representación ante el CSU, recientemente enviamos una propuesta de Acuerdo Superior, con la que buscamos eliminar barreras y requisitos innecesarios que dificultan el acceso a los espacios de representación estudiantil. No obstante, este documento aún no ha sido discutido en las mesas de negociación con la administración, por lo que esperamos generar el diálogo necesario para alcanzar los avales institucionales. Además de los avances recientes, es importante resaltar algunas de las conquistas históricas que el movimiento estudiantil ha logrado a través de la organización y la lucha, y que en ningún caso han sido regalos o concesiones. Hoy, con orgullo y dignidad, celebramos la ampliación de las rutas estudiantiles a nuestros compañeros de la nocturna, la apertura del comedor estudiantil en la sede Barcelona y los programas de alimentación en San Antonio y Boquemonte, logros alcanzados tras años de exigencia colectiva por el reconocimiento de condiciones mínimas para estudiar con dignidad. En este camino de lucha y construcción colectiva, reafirmamos que el movimiento estudiantil de la Universidad de los Llanos no es solo resistencia, sino también propuesta y acción. Cada avance conquistado refleja la fuerza de una comunidad que se niega a aceptar la exclusión y que apuesta por una educación como derecho y no como privilegio. Sabemos que los retos continúan, pero también tenemos la certeza de que, con unidad, conciencia y organización, seguiremos abriendo caminos hacia una universidad verdaderamente democrática, al servicio del pueblo y comprometida con la transformación justa de nuestra sociedad.

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